Desde 1998, año de implantación de cultivos de maíz Bt en la Unión Europea, la apuesta por la biotecnología agraria ha permitido que España se beneficie de forma directa tanto en aspectos económicos como en sociales y ambientales. Un informe elaborado por el Doctor Francisco J. Areal (Universidad de Reading, Reino Unido) nos permite conocer estos efectos positivos, aportando datos concretos que los corroboran.
España requiere de la importación de maíz para cubrir su demanda. La adopción del maíz Bt ha permitido que se reduzcan las importaciones en casi 1,1 millones de toneladas, en estos 18 años (1998-2015), lo que supone un ahorro de 193 millones de euros. Estos números habrían sido imposibles de alcanzar si la producción fuera exclusivamente a través de cultivos convencionales. Con estos últimos se requeriría un aumento de la superficie de cultivo en 106.775 hectáreas y un gasto adicional de agua de 615.778 miles de m3 . Este gasto de agua es el equivalente al abastecimiento de las ciudades de Lérida, Tarragona y Badajoz ó 746.000 habitantes. Por tanto, el cultivo de maíz Bt ha evitado una huella hídrica de 1,34 miles millones de m3. A su vez, se ha fijado tal cantidad de CO2 (849.935 toneladas) que se han compensado las emisiones anuales de 25.000 coches.
Los beneficios para los agricultores son sobresalientes ya que el margen bruto que se genera con este cultivo transgénico puede superar al convencional, siendo la diferencia de hasta 147€/hectárea dependiendo de la zona y el año. A pesar de que los costes de adquisición de semillas de variedad Bt sean superiores, la rentabilidad se hace palpable por el menor uso de plaguicidas, el mayor rendimiento agronómico y la inexistencia de diferencias en los precios percibidos por el maíz en grano. La eficacia de esta variedad en la lucha contra el taladro tiene como consecuencia la reducción del tiempo de inspección de la explotación, de la fase de recolección del maíz o del número de tratamientos insecticidas; haciendo que la facilidad del manejo del cultivo sea una característica atractiva para los agricultores. Así mismo, se reduce el riesgo afrontado que se debe a potenciales pérdidas de producción cuyo origen es el ataque del taladro.
Por tanto, las principales razones económicas que impulsan a los agricultores a la elección del maíz Bt son su mayor rendimiento y su menor coste de producción, así como la facilidad de gestión. En consecuencia, el maíz Bt ha conseguido establecerse en el país y goza de buenas perspectivas de futuro.
MÁS INFORMACIÓN > ‘Beneficios del maíz Bt en España (1998-2015). Una perspectiva económica, social y ambiental’
Asociación PRObio 
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