[[NOTA DE PRENSA]] España ha alcanzado en 2011 un récord histórico de adopción de maíz transgénico BT con 97.326 hectáreas sembradas, lo que representa un incremento de 20.751 hectáreas y un 27 % respecto a 2010. El maíz transgénico representa el 26,5 % del total de maíz de gran sembrado en el país, un 1,9 % más que el año anterior. Así se desprende de los datos oficiales anuales distribuidos esta semana por el Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM) sobre superficies de maíz sembradas en España durante 2011.
Un año más los agricultores hemos vuelto a confiar en la única modificación genética que en la actualidad pueden incorporar las variedades comerciales y que hacen a la planta del maíz resistente al taladro. El maíz transgénico BT nos permite incrementar nuestra producción de forma sostenible, reduciendo los gastos energéticos (menores labores agrícolas), el consumo de agua, y la compra de productos fitosanitarios.
Aragón se ha situado como la comunidad autónoma con mayor superficie sembrada de maíz BT con 41.368 hectáreas, seguido de Cataluña y Extremadura con 29.632 y 10.567 hectáreas, respectivamente. Conviene recordar que el incremento de margen neto por el cultivo de maíz transgénico en España ha llegado a los 122 €/hectárea. El 93 % de los agricultores que sembramos maíz transgénico en 2010 reconocimos que volveríamos a hacerlo en esta nueva campaña.
Desde la Asociación PRObio creemos que, pese a que España sea la vanguardia europea en el uso de la biotecnología agraria, aún queda mucho camino por recorrer para poder competir en condiciones de igualdad en el mercado mundial.
Vemos diariamente como el desarrollo de esta tecnología en se ve frenada a nivel europeo por decisiones políticas sin sustento científico que prohíben el cultivo de variedades modificadas genéticamente que, sin embargo, se están importando, provocando así un claro agravio comparativo para los agricultores europeos.
Desde la Asociación PRObio exigimos que España y la Unión Europea se abra totalmente a los cultivos transgénicos para poder competir en condiciones de igualdad con el resto de países y no acabar con la agricultura española y europea.
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